¿Tiene hambre y está de mal humor? Cómo evitar los cambios de humor relacionados con la comida

Los alimentos que ingerimos se procesan para formar azúcares simples, ácidos grasos libres y aminoácidos. Los nutrientes pasan al torrente sanguíneo, donde son asimilados por los órganos, tejidos y otras partes del cuerpo para ser utilizados en la producción de hormonas, sustancias químicas y combustible para los sistemas del cuerpo.

Después de comer, el nivel de nutrientes en la sangre comienza a disminuir gradualmente. En algunos casos, el nivel de nutrientes puede disminuir lo suficiente como para que el cerebro piense que su vida puede estar en peligro. La respuesta inicial del cerebro a la falta de glucosa es dificultarle la concentración en otras cosas que no sean el hambre . Otros efectos secundarios de la baja glucosa en el cerebro son dificultad para hablar, cometer errores o dificultad para completar tareas básicas.

Toda esta confusión cerebral altera temporalmente el funcionamiento del cerebro. En lugar de cumplir con las normas sociales, todas las reglas y regulaciones desaparecen hasta que el cerebro se siente alimentado nuevamente. Esto puede provocar una reducción de los filtros sociales que normalmente evitarían que alguien actúe irritado. El hambre puede hacer que te sientas malhumorado e irritado por todo y todos los que te rodean.

Si los niveles de glucosa en sangre bajan demasiado, el cerebro le indica al cuerpo que envíe reservas de glucosa al torrente sanguíneo para mantener los niveles de glucosa regulados. Dos de las hormonas que se producen durante esta respuesta son el cortisol y la adrenalina, que también se activan en momentos de estrés.

Un exceso de estas hormonas en el organismo puede desencadenar la respuesta de lucha o huida. Cuando esto sucede, es mucho más fácil atacar a los demás, ya que se los percibe inconscientemente como una fuente de peligro.

Estar hambriento es algo bueno

El hambre y nuestra respuesta a ella se han ido ajustando a lo largo de millones de años. Una sustancia química que se libera en el cerebro durante los períodos de hambre se conoce como neuropéptido Y, que actúa para controlar el hambre y regular la ira y la agresión. Un estudio de 2012 publicado en Biological Psychiatry descubrió que las personas con altos niveles de neuropéptido Y tenían más probabilidades de ser agresivas e impulsivas.

Los investigadores plantearon la teoría de que el vínculo entre la ira y el hambre evolucionó como una respuesta biológica que hacía que las personas hambrientas fueran más propensas a actuar de forma agresiva durante la búsqueda de comida. Esto no solo evitaría que otros intentaran robarte la comida, sino que también haría que fueras más propenso a salir a buscarla, incluso si hubiera peligro de por medio.

Cómo prevenir los cambios de humor provocados por el hambre

Según nos dice la ciencia, estar de mal humor solía ser algo bueno, pero en el mundo actual, hay muchas más consecuencias por hablar mal de tus compañeros de trabajo cuando tienes hambre. Utiliza estas estrategias para prevenir los cambios de humor relacionados con el hambre:

Comer a menudo

¿Cuál es la forma más fácil de prevenir el hambre? Nunca tengas demasiada hambre. Come algo cuando sientas los primeros dolores del hambre. Ten a mano tentempiés saludables para no caer en la tentación de comer comida chatarra cuando te ataque el hambre.

Establecer un patrón de alimentación

Un estudio de 2014 publicado en Cell Metabolism descubrió que cuando las ratas restringían su dieta a un intervalo de alimentación de nueve o doce horas, incluso si no restringían las calorías durante este tiempo, mantenían un peso más saludable . Este estudio indica que si el cuerpo sabe cuándo recibirá comida, se autorregulará y evitará algunos de los picos hormonales que se observan durante los períodos de inanición. Programar los horarios de las comidas entrenará al cuerpo a esperar comida en determinados momentos y puede ayudar a prevenir algunos sentimientos de hambre.

Evitar los bajones de azúcar

La comida chatarra tiene un alto contenido de azúcar, pero por eso también provoca peligrosas caídas de glucosa. Esto puede poner a tu cuerpo en un ciclo interminable de subidas y bajadas, que solo alimenta el hambre. En lugar de comer comida chatarra azucarada, come alimentos saludables a lo largo del día, que incluyan verduras, frutas y proteínas.

Comprender el hambre es el primer paso para prevenir los cambios de humor relacionados con el hambre. Utilice estos consejos para mantener a raya el hambre dondequiera que esté.

-El Diario Alternativo

Fuentes:
http://m.diabetes.diabetesjournals.org/content/50/7/1618.full
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24733932
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22985695
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0031938415001316
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19822185
http://www.cell.com/cell-metabolism/abstract/S1550-4131%2814%2900498-7

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