¿El aire que respiramos nos hace engordar y deprimir?
Sabemos desde hace mucho tiempo que la contaminación del aire es un problema tanto para el medio ambiente como para nuestra salud. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que la contaminación del aire puede dañar nuestro cuerpo de maneras que nunca hubiéramos imaginado. De hecho, puede estar alterando nuestro metabolismo e incluso nuestro cerebro.
La conexión entre la contaminación del aire y la obesidad
Un estudio publicado a principios de este mes en el Journal of the Federation of American Societies for Experimental Biology concluyó que la exposición de ratas preñadas al aire contaminado de Beijing provocó un aumento de peso, un aumento del colesterol y una menor resistencia a la insulina después de sólo tres semanas. Después de que las ratas preñadas dieran a luz durante el estudio, se descubrió que sus crías habían desarrollado los mismos problemas de salud.
¿Cuál es la razón por la que la contaminación atmosférica puede haber provocado estos problemas de salud? La inflamación, afirman los investigadores. “Dado que la inflamación crónica se reconoce como un factor que contribuye a la obesidad, y dado que las enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad están estrechamente relacionadas, nuestros hallazgos proporcionan una evidencia clara de que la exposición crónica a la contaminación atmosférica aumenta el riesgo de desarrollar obesidad”, dijo el investigador Junfeng Zhang, quien trabajó en el estudio.
Como sabemos, la inflamación no solo afecta nuestro peso, sino que también influye en casi todos los problemas de salud que existen. Esta puede ser la razón por la que la contaminación del aire está relacionada con una variedad tan amplia de problemas de salud.
La contaminación del aire y tu cerebro
Las investigaciones sobre la exposición a largo plazo a la contaminación del aire, tanto en humanos como en animales, sugieren que la contaminación del aire puede causar cambios físicos en el cerebro, dando lugar a problemas de aprendizaje y de memoria, e incluso depresión y ansiedad.
En un estudio, investigadores de la Universidad Estatal de Ohio expusieron a un grupo de ratones a aire contaminado durante seis horas al día, cinco días a la semana, durante cinco meses, aproximadamente la mitad de su vida útil. Cuando compararon este grupo de ratones con otro grupo de ratones que habían respirado aire limpio durante ese tiempo, descubrieron que los ratones que respiraban aire sucio tardaban más en aprender nuevas tareas. También tenían más probabilidades de olvidar lo que habían aprendido. En otro estudio realizado por los mismos investigadores, el grupo de ratones expuestos al aire contaminado también tenía más probabilidades de mostrar un comportamiento ansioso y depresivo.
Lejos de obtener estos resultados exponiendo a los ratones a cantidades excesivas de contaminación, los investigadores dijeron que los ratones estuvieron expuestos a cantidades de contaminación del aire similares a los niveles a los que están expuestos los humanos que viven en áreas urbanas.
Una vez más, los investigadores de este estudio citaron la capacidad de la contaminación del aire para aumentar la inflamación como la razón de que se produjeran estos cambios en el cerebro. “Sospechamos que la inflamación sistémica causada por respirar aire contaminado se está comunicando al sistema nervioso central”, dijo la autora principal Laura Fonken.
Otras investigaciones sugieren que la contaminación del aire también puede distorsionar la función cerebral en los seres humanos. Estudios realizados en Utah, Vancouver y Corea han descubierto que la exposición a ciertos contaminantes del aire puede provocar un mayor riesgo de suicidio en los hombres. En 2012, la Asociación Estadounidense de Psicología informó que los niños expuestos a la contaminación del aire tenían más probabilidades de experimentar síntomas de ansiedad y depresión.
Eso no es todo…
Los estudios sobre los efectos de la contaminación del aire en la salud han vinculado la exposición al riesgo de accidente cerebrovascular, Alzheimer y muerte fetal, ¡sin mencionar la mala función respiratoria y el daño pulmonar!
Todos tenemos la responsabilidad de reducir la contaminación del aire.
Dado el enorme impacto que la contaminación del aire parece tener tanto en nuestra salud como en nuestro clima, ya es hora de que hagamos un esfuerzo serio para intentar reducirla. Aunque parezca que la contaminación del aire es un problema creado por las grandes empresas y los viajeros frecuentes, en realidad, todos contribuimos a ella y todos tenemos la responsabilidad de reducir nuestro propio impacto. ¡Puedes encontrar más información aquí sobre estrategias y cambios en el estilo de vida que puedes hacer para mejorar el aire que respiramos!
—Teresa Manring
Teresa es una escritora independiente e instructora de yoga que actualmente estudia en Sri Lanka. Tiene más de 600 horas de formación como profesora de yoga en Hatha Yoga, Vinyasa Flow y Yoga Therapy. Cree que el sueño, el amor propio y la respiración son las claves para la salud y la alegría.
Fuentes:
http://www.fasebj.org/content/early/2016/02/18/fj.201500142.abstract
http://www.mensjournal.com/health-fitness/health/how-poor-air-quality-can-lead-to-brain-damage-20150302
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3404652
http://www.telegraph.co.uk/news/health/news/8617258/Pollution-can-lead-to-brain-damage-and-depression-warn-scientists.html
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