7 maneras (¡científicas!) en que la naturaleza te hace feliz y saludable
A medida que aprendemos más sobre la curación y la prevención de enfermedades, un estudio tras otro sugiere que una de las fuentes más poderosas de salud y felicidad puede encontrarse en nuestro propio jardín. De hecho, los científicos están descubriendo que pasar tiempo en la naturaleza puede favorecer la salud mental y física de muchas maneras. A continuación, se enumeran siete de ellas:
Pasar tiempo al aire libre mantiene fuerte el sistema inmunológico
Ya sabes lo que dicen: un poco de tierra no hace daño. De hecho, puede curar. Las investigaciones sugieren que la exposición temprana a una amplia variedad de bacterias (de la hierba, el polvo y la tierra) podría crear un sistema inmunológico más fuerte más adelante en la vida. ¡Y esa no es la única forma en que la naturaleza ayuda a tu cuerpo a combatir las enfermedades! Recibir una cantidad moderada de sol puede aumentar tus niveles de vitamina D , que son cruciales para un sistema inmunológico fuerte.
¡Vivir cerca de los árboles nos hace felices y saludables!
Los investigadores de la Universidad de Chicago descubrieron que el simple hecho de vivir en zonas con muchos árboles puede hacer que una persona esté más sana tanto física como mentalmente . De hecho, el estudio descubrió que cuanto más árboles tenía una calle, más sanos eran sus residentes. Los investigadores citaron varias razones para ello: aire más limpio (los árboles filtran la contaminación), la posibilidad de que los árboles cercanos puedan hacer que la gente salga más al aire libre y haga ejercicio, y que los árboles en sí mismos puedan ser calmantes para los humanos de forma natural.
Pasar tiempo en la naturaleza aumenta la creatividad
He notado que cada vez que salgo a caminar por la naturaleza, siempre aparece una solución a un problema que he estado considerando sin ningún esfuerzo por mi parte. Lo que yo pensaba que era mi propia experiencia única en realidad ha sido estudiada por psicólogos. Se ha demostrado que caminar, tanto en espacios interiores como exteriores, estimula la creatividad. Los estudios también sugieren que la naturaleza misma puede inspirar la creatividad. De hecho, un estudio de 2012 demostró que los excursionistas se volvían un 50 por ciento más creativos después de pasar cuatro días en la naturaleza. Sin embargo, dudo que tengas que pasar cuatro días caminando para que fluya esa creatividad; mis caminatas generalmente duran solo media hora.
La naturaleza nos da un impulso de energía.
La creatividad no es el único rasgo que la naturaleza potencia. Las investigaciones sugieren que el tiempo que se pasa en la naturaleza también puede aumentar la energía física y mental. Para la serie de estudios, publicados en el Journal of Environmental Psychology, los investigadores guiaron a los participantes a través de ejercicios como caminatas de 15 minutos por entornos interiores y exteriores, varias visualizaciones de imágenes naturales y no relacionadas con la naturaleza, y visualización de imágenes de edificios y paisajes naturales. Los investigadores descubrieron que, de todos los diferentes experimentos, los participantes se sentían consistentemente con más energía cuando pasaban tiempo en la naturaleza o se visualizaban a sí mismos haciéndolo. Este es un hallazgo sorprendente, ya que sugiere que incluso imaginar entornos naturales nos permite beneficiarnos de la naturaleza.
Pasar tiempo al aire libre puede ayudar a tratar la depresión y la ansiedad
Los estudios sobre lo que le sucede a nuestro cerebro cuando pasamos tiempo al aire libre sugieren que la ecoterapia podría ser una receta eficaz para ciertas afecciones de salud mental. Un estudio de la Universidad de Stanford, por ejemplo, descubrió que un paseo por la naturaleza provocaba una disminución de la actividad en una zona del cerebro asociada con la rumia (o pensamientos repetitivos centrados en emociones negativas), un síntoma clave de la depresión. El autor principal del estudio, Gregory Bratman, también dirigió un estudio anterior que descubrió que pasar tiempo en la naturaleza tenía un efecto positivo en el estado de ánimo y reducía los síntomas de ansiedad.
La naturaleza favorece una curación más rápida
Un estudio sobre pacientes que se habían sometido recientemente a una cirugía concluyó que los pacientes que tenían vistas a los árboles se curaban más rápido y necesitaban menos analgésicos que los pacientes que no las tenían. El estudio sugiere que la “cura natural” podría ser tan potente para la curación física como para la curación mental.
Pasar tiempo en la naturaleza puede ayudarte a dormir
Un estudio de 2015 concluyó que los hombres y las personas mayores que tienen acceso a espacios naturales duermen mejor que los que no lo tienen. El estudio examinó a más de 255.000 adultos estadounidenses y descubrió que los participantes que tenían acceso a la naturaleza dormían mal menos de siete noches al mes, mientras que los que vivían en entornos más urbanos dormían mal hasta 29 noches al mes.
Desafortunadamente, la mayoría de los estadounidenses pasan entre el 80 y el 99 por ciento de su tiempo en espacios interiores.
Por eso, aunque la naturaleza es uno de los mejores sanadores en lo que respecta a la salud física y mental, la mayoría de nosotros no nos tomamos el tiempo para obtener estos beneficios. ¿Te imaginas cuánto más saludables y felices seríamos si lo hiciéramos? Tratemos de reservar un tiempo para conectarnos con la naturaleza, incluso cuando hace frío . Esto se puede hacer a través de caminatas, excursiones de un día a un lugar hermoso o simplemente sentándonos en un parque o en el jardín y disfrutando del aire fresco.
—Teresa Manring
Teresa es una escritora independiente y profesora de yoga que actualmente vive en Sri Lanka. Le encanta escribir sobre políticas, ideas y prácticas que promueven un planeta saludable y crean personas saludables.
Fuentes:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3166406
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3520840
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0272494409000838
http://www.pnas.org/content/112/28/8567.abstract
http://www.pnas.org/content/112/28/8567.abstract
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/6143402
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